¿Qué es K LASER?
K LASER es un láser de alta potencia el cual utilizamos en nuestros tratamientos de fisioterapia. Dicho láser nos ayuda a acelerar el proceso de recuperación mediante la regeneración de las células, ya que al penetrar profundamente en los tejidos aumenta significativamente la energía que nuestras células tienen disponibles.
De esta forma dichas células son capaces de asimilar nutrientes a un ritmo más alto haciendo que el tiempo de recuperación de músculos, tendones y ligamentos sea menor. Además, los fotones que emitidos por la luz infrarroja hacen que aumente el oxígeno, el agua y los nutrientes de la zona afectada, que se traduce en la reducción de la inflamación y del dolor. La terapia con láser se considera no invasiva por lo que el paciente no experimentará ningún tipo de dolor durante el tratamiento.
Tratamientos con K LASER
Esta terapia podemos usarla en múltiples dolencias, algunas de las más habituales son la tendinitis, los esguinces o contusiones, la artritis, dolor en el talón o úlceras. El objetivo al usar esta terapia es el de erradicar el dolor y la inflamación para conseguir que las células y tejidos recuperen su estado anterior. Cabe resaltar que la terapia no está indicada para trastornos como ciática o dolor de espalda.
El láser es capaz de llegar a emitir hasta 20 W de potencia, lo que le permite tratar zonas de tejidos profundos ayudándoles a mejorar el riego sanguíneo y aumentando el aporte de nutrientes a la zona afectada, lo que se traduce en una recuperación más rápida.
Ventajas de recibir una terapia con K LASER
Sin lugar a dudas, la gran ventaja de la utilización de la terapia láser es que es no intrusiva, a diferencia de otras terapias como la EPI. Esto quiere decir que el paciente no notará ningún tipo de molestia o dolor a la hora de recibir dicho tratamiento, únicamente notará que la zona tratada recibirá calor.
Aquí os podemos dejar algunos de los efectos positivos al recibir dicha terapia:
- Recuperación acelerada, los infrarrojos del láser penetran profundamente en los tejidos aumentando la energía de las células por lo que favorece a la absorción de los nutrientes.
- Desinflamación de la zona afectada. Gracias al calor focalizado que proporciona la luz láser, nuestros vasos sanguíneos se dilatarán más favoreciendo a la circulación.
- Cicatrización acelerada. La aplicación del láser favorece la formación de colágeno, elemento mayoritario en la cicatrización de lesiones.
- Efecto analgésico, bloquea el dolor y reduce la inflamación.